Si estás aquí leyendo esto, es porque tal vez aún no tienes claro qué son las enceradoras de suelos. ¿Es así?
Pues bien, técnicamente, una enceradora de suelos es un aparato eléctrico destinado a realizar tareas de limpieza del suelo, o en este caso, más bien, de mejora de la apariencia de los mismos.
El funcionamiento de una enceradora de suelos se basa en hacer girar uno, dos, tres o incluso más cepillos para que, en conjunto con determinados productos (cera para suelos, principalmente), den lustre a los pavimentos.
Aunque su popularidad no alcanza los niveles de la de las aspiradoras tradicionales, o de los robots aspiradores, las enceradoras de suelos son un dispositivo que cada vez se ve más en los hogares españoles y, por supuesto, en el «arsenal de recursos técnicos» de los profesionales de la limpieza.
Y es que, si queremos que los suelos queden con un acabado perfecto tanto en limpieza como en apariencia, no hay nada mejor que utilizar una eficaz enceradora de suelos.
Para qué sirve una enceradora de suelos doméstica
Ahondemos ahora en la segunda cuestión que reza en el título: para qué sirve una enceradora, que es lo que muchos se preguntan antes de comprar una enceradora de suelos. O sea: para qué podemos usar una enceradora. ¿Sólo sirven para encerar las enceradoras, o también podemos hacer otras cosas?
Sólo hay que acercarse a unos grandes almacenes o entrar en una tienda online donde vendan enceradoras de varios tipos y marcas, para darse cuenta de que aunque las llamemos enceradoras a secas, estos aparatos suelen cumplir con varias funciones:
- Encerar. Es, en realidad, cubrir una superficie de cera, o de un detergente específico con un porcentaje de cera, cuyo fin es el de encerar y abrillantar. Para llevar a cabo la función de encerar, usaremos unos discos concretos.
- Abrillantar. Una vez repartido el detergente o cera por el suelo, cambiaremos de discos (por unos nuevos sin ningún tipo de detergente o cera), con los que simplemente cepillaremos el suelo con el fin de conseguir sacarle lustre o brillo, como si estuviéramos limpiando unos zapatos.
- Pulir. Si nos encontramos con suelos de terrazo, un simple cambio de disco nos va a permitir pulir los suelos, que no es otra cosa que cepillarlos con el fin de eliminar esos rayones que lo afean y que le quitan el brillo.
- Aspirar. En ocasiones, y esto es muy práctico, nos encontramos con enceradoras abrillantadoras y pulidoras que, además de esas tres cosas (con un simple cambio de disco), son capaces de aspirar al mismo tiempo. De esta forma, aprovechamos las pasadas para limpiar los suelos y dejarlos libres de polvo, con lo que sería un modelo de aspiradora de trineo con bolsa.
En realidad, el proceso de abrillantado de un suelo implica encerar y abrillantar, y si es necesario, se puede pulir también. Por eso, no es que estemos hablando de enceradoras 3 en 1, sino que todo forma parte de la misma función.
Lo de aspirar ya es otro cantar, pero si nos preguntan, siempre es interesante «añadir» al mismo bulto la capacidad de aspirar, así economizamos espacio en casa.
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