A todos nos ha pasado alguna vez: hemos ido a buscar algo al lugar donde siempre lo dejamos, y descubrimos con sorpresa y estupor que ha desaparecido. ¿Lo habré perdido? ¿Me lo habrán robado? ¿Se traga mis cosas el robot aspirador?
En momentos de desesperación, cualquier idea es plausible. Y es que, por rocambolesco que parezca, se han dado casos en los que objetos que se creían perdidos han aparecido posteriormente en los depósitos para suciedad de los robots aspiradores. ¿Por qué el robot aspirador se traga mis cosas?
¿El robot aspirador me roba?
¿Los robots aspiradores son capaces de trepar por los muebles para robar objetos de valor? ¿Ha llegado el temido día de la revolución de las máquinas? ¡Nada de eso! La explicación a los objetos que se pierden y que luego aparecen en las entrañas de estos simpáticos pero hambrientos dispositivos de limpieza es mucho más sencilla que todo eso.
Y es que en la mayoría de los casos (nos atreveríamos a decir incluso que en el 100% de los casos) esa circunstancia se da porque, sin darnos cuenta, hemos dejado caer al suelo el objeto en cuestión, y luego, cuando nuestro fiel robot aspirador ha pasado por ahí durante sus rutinas de limpieza, lo ha aspirado inconscientemente.
Te podemos asegurar que no se trata de ningún complot orquestado por los fabricantes de aspiradores, ni del advenimiento de una nueva era en la que las máquinas pretenden conquistar el mundo de los humanos… Son puras casualidades que acaban con esos resultados tan inesperados.
¿Cómo evitar que el robot aspirador aspire mis cosas?
Una vez más, tenemos que salir en defensa de los serviciales robots aspiradores, pues ellos se limitan a hacer su trabajo de la mejor forma posible. Y ese no es otro que aspirar cualquier pequeño objeto que se encuentre en su área de trabajo, es decir, en el suelo de casa.
Por eso, para evitar que nos «roben» las cosas, debemos ser nosotros los que pongamos la atención y el cuidado de no dejar caer objetos de valor al suelo. Guardar las pequeñas joyas en su correspondiente joyero, las monedas en una cartera o en la hucha, los clips en el cajón del material de oficina, y así sucesivamente con todos los objetos de reducidas dimensiones que sean susceptibles de ser aspirados si caen al suelo.
Con solo ser un poco ordenados y tener cuidado de no dejar caer las cosas, conseguiremos evitar esas situaciones en las que creemos que el bueno de nuestro robot aspirador nos «sisa».