Los suelos laminados aparecieron como una alternativa más económica y resistente a los suelos de parqué. De ahí que cada vez estén presentes en más hogares por todo el mundo. Como están fabricados con materiales sintéticos, presentan propiedades únicas, como una gran resistencia al agua e incluso, en algunos casos, son ignífugos. También cuentan con la ventaja de que requieren muy poco mantenimiento. Solo limpiarlos de manera regular, y listo. Pero ¿cómo hay que limpiar los suelos laminados?
Si tu casa tiene suelos de este tipo, y quieres conocer los mejores trucos para limpiar el suelo laminado sin dañarlo, te recomendamos que nos acompañes a lo largo de los próximos párrafos, en los que te daremos varias claves que te ayudarán a dejar los suelos tan relucientes como el primer día, al tiempo que los cuidas para que no se deterioren.
Los mejores consejos para limpiar suelos laminados sin estropearlos
Los expertos en limpieza afirman que limpiar este tipo de suelos es fácil, pero que hay que saber hacerlo de la forma correcta para poder obtener los mejores resultados posibles. Por eso, a continuación, vamos a ver cómo limpiar un suelo laminado paso a paso, para que no pierdas detalle de cuanto hay que hacer para que la limpieza sea la deseada:
- Lo primero de todo será retirar toda la suciedad «gruesa» del suelo, es decir, el polvo, las pelusas, la arena, etc. Para ello, utilizaremos una aspiradora convencional.
- Como alternativa al paso anterior, podemos barrer o pasar una mopa, asegurándonos de no dejar restos por el suelo.
- Con el suelo despejado, el siguiente paso será fregar. Puede hacerse con agua y un poco de jabón o con productos friegasuelos, siempre que respetemos la dosis recomendada por el fabricante. No utilizar disolventes, lejía ni ceras abrillantadoras.
- Si tuviésemos que utilizar algún producto para eliminar una mancha, secaremos bien el suelo para asegurarnos de que no quedan restos.
- Para fregar, humedecemos la fregona y la escurrimos bien antes de realizar las pasadas por el suelo, para que no hay exceso de agua.
Como puedes ver, el proceso no entraña ninguna dificultad, pero sí es necesario cumplir con todas las premisas descritas, para evitar posibles daños en las superficie del suelo.
¿Con qué limpiar el suelo laminado?
Cuando quitar las manchas del suelo laminado se vuelve más complicado, y el agua con jabón no es suficiente para eliminarlas, podemos recurrir a otros productos más efectivos. Por ejemplo:
- Vinagre blanco:
El vinagre blanco ha demostrado ser realmente eficaz a la hora de eliminar las manchas más difíciles. Eso sí, hay que diluirlo previamente en agua, a razón de 1 tapón de vinagre por cada litro de agua, para no causar daños en el suelo. - Limón:
Se trata de una alternativa natural al jabón de fregar los suelos. Además de ofrecer unos resultados más que decentes, obtendremos un aroma muy fresco en el suelo de toda la casa. - Productos específicos para suelos laminados:
Algunas marcas ofrecen productos limpiasuelos específicos para este tipo de superficies, con fórmulas diseñadas para obtener la máxima limpieza, al tiempo que son respetuosas con los materiales de los suelos laminados.
¿Cada cuánto tiempo hay que limpiar el suelo laminado?
La periodicidad con la que hay que limpiar un suelo laminado también es muy importante a la hora de disfrutar de un suelo siempre en perfectas condiciones. ¿Cada cuánto tiempo habría que limpiarlo, entonces? A continuación, te damos algunas pautas:
Para una limpieza básica, bastará con aspirar el suelo laminado cada 3 ó 4 días. Esto quitará la suciedad más evidente (polvo y pelusas, principalmente), y no requiere de demasiado trabajo.
En lo que respecta a fregar los suelos laminados, es preferible hacerlo de forma regular, pero sin excedernos. Por ejemplo, una vez a la semana sería bastante acertado. A no ser que, en algún momento puntual, necesitemos fregar alguna mancha que haya aparecido en el suelo.