La tecnología avanza a pasos de gigante y el sector de la limpieza no es ajeno a ello. No tenemos más que echar un vistazo a la sección de limpieza de los grandes almacenes de nuestra ciudad, para descubrir todo tipo de artilugios diseñados para hacernos más sencillas las tareas domésticas. Uno de los grandes desconocidos, pero también de los más útiles y eficaces es el protagonista de este artículo: la fregona eléctrica y sus usos.
¿Y qué es una fregona eléctrica? ¿Para qué sirve? ¿Cómo se usa? ¿Es mejor que las fregonas convencionales de toda la vida? Sí, es lógico que, ante la presencia de un nuevo «gadget» para el hogar, todos nos formulemos preguntas como estas. En este artículo, trataremos de resolverlas…
Cómo funciona una fregona eléctrica: Índice
Qué son las fregonas eléctricas
Bueno, suponemos que eso es algo que ya todos sabemos, ¿no es así? Se trata de una nueva variante de aparato de limpieza que ha salido a la venta en el mercado, con el objetivo de ayudar a los usuarios a mantener sus hogares más limpios, en menos tiempo y con menos esfuerzo.
Como bien sugiere su propio nombre, este producto nace con la idea de convertirse en una especie de «evolución» de las fregonas de toda la vida, las del palo y el mocho, agregando varias funciones y componentes electrónicos que las hacen realmente eficaces a la hora de limpiar.
Para qué sirven las fregonas eléctricas
La respuesta es muy sencilla, pues sirven para exactamente lo mismo que las fregonas tradicionales. Es decir, que su función principal es la de fregar los suelos, eliminando la suciedad y las manchas que puedan estar adheridas, con la ayuda de detergente diluido en agua.
La gran diferencia es que una fregona eléctrica está pensada para ahorrar tiempo y esfuerzo al usuario cuando hay que fregar. Y, gracias a su diseño, sus características y sus diversas funciones, estos aparatos consiguen mejores resultados de limpieza, con menos pasadas. Además, al utilizar la cantidad óptima de agua, los suelos tardan menos tiempo en secarse. Como ves, ¡son todo ventajas!
Cómo se usa una fregona eléctrica
En este segmento de productos, podemos encontrar 2 grandes grupos: las fregonas eléctricas que solo friegan, y las fregonas eléctricas que friegan y aspiran. En ambos casos, su funcionamiento se basa en el uso de rodillos o mopas que el propio aparato va humedeciendo y que, al girar de forma continuada, consiguen acabar con la suciedad con muchas menos pasadas que las fregonas de siempre.
También hemos de señalar que hay modelos que funcionan con cable y otros de manera inalámbrica, mediante baterías recargables, lo que otorga al usuario una mayor libertad de movimientos (aunque a costa de tener que depender de la autonomía de la batería, que no suele ser muy amplia, y que conlleva varias horas de carga).
El uso propiamente dicho no difiere del de las fregonas tradicionales. Se trata de sujetar el mango o empuñadura, y deslizar la fregona por el suelo, con especial incidencia sobre las zonas con más suciedad. Al utilizarla descubriremos que son necesarias muy pocas pasadas para obtener la limpieza deseada y que, además, los suelos se secan antes.
Fregona eléctrica VS fregona tradicional: ¿cuál es mejor?
Si hablamos de resultados, lo cierto es que con ambos tipos de fregona se puede limpiar el suelo a la perfección. La diferencia radica en el tiempo y el esfuerzo que emplearemos en conseguir esa limpieza. Con una fregona convencional, tendremos que dar varias pasadas y emplearemos bastante tiempo. Por su parte, con la fregona eléctrica, bastará una única pasada en la mayoría de los casos, y podremos fregar toda la casa en un visto y no visto.
Con las fregonas tradicionales, acostumbramos a mojar en exceso el mocho, lo que se traduce en suelos que permanecen mojados bastante tiempo. Con las fregonas eléctricas eso no pasa, pues se utiliza la cantidad óptima de agua en todo momento. De esta forma, el suelo queda limpísimo, y se secará por completo en apenas un par de minutos.
En lo único que la fregona de toda la vida gana a su versión eléctrica es en el precio. Obviamente, las fregonas eléctricas son mucho más caras que las tradicionales. Aunque hay que señalar que gastan menos agua y que nos permiten ahorrar mucho tiempo, así que no hay mal que por bien no venga.
Ahora la decisión es tuya: ¿te quedas con la fregona de toda la vida, aunque ello implique tener que esforzarte más y emplear más tiempo para que tus suelos queden limpios? ¿O prefieres hacer un pequeño desembolso económico para adquirir un aparato que te facilitará sobremanera las tareas de limpieza en casa?
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