Todo aquel que tiene grandes cristaleras en casa, o que es responsable de una oficina con muchos cristales, o que es responsable de una empresa de limpieza, habrá sentido como mínimo curiosidad al ver en funcionamiento los robots limpiacristales que se anuncian en todas partes. Pero, ¿son seguros los robots limpiacristales?
Cuando los vemos en acción, nos maravillamos con su eficiencia a la hora de limpiar grandes superficies de manera autónoma, y a la hora de llegar a puntos que, en muchos casos, suponen una gran dificultad.
Pero el temor a que caigan y causen daños tanto personales (es lo más importante, lo que siempre hay que evitar), como materiales, es la principal razón para abstenerse de comprar un robot limpiacristales. ¿Tiene sentido? ¿Debemos sentir miedo al usar un robot limpiacristales?
Cómo funcionan los robots limpiacristales para no caer
Hay varios elementos que intervienen para asegurar la fijación de los robots limpiacristales a las superficies en las que trabajan.
Por un lado, los robots limpiacristales se fijan a los cristales gracias a un potente caudal de succión de aire, lo suficientemente potente como para sostener, en ocasiones, hasta 10 veces el peso del robot. Lo podemos comprobar nosotros mismos si intentamos separar el robot limpiacristales del cristal estando en funcionamiento.
Por otro lado, para asegurar su autonomía siempre, los robots limpiacristales prescinden del uso de baterías para funcionar conectados a la corriente eléctrica. De esta forma, evitamos una pérdida de succión y de agarre por falta de energía.
Pero, con todo ello, ¿es seguro usar un robot limpiacristales? Lo analizamos a continuación.
Existe riesgo de que un robot limpiacristales se suelte y caiga
El más que sobrado poder de succión y la conexión por cable, unido a la fabricación con materiales ligeros, que hacen que los robots limpiacristales no sean excesivamente pesados, son los puntos claves que inciden en la seguridad de los robot limpiacristales.
Pero no vamos a negar que tienen sus riesgos. Los resumimos a continuación:
- Si por error tiramos del cable, o éste llega a su tope y no nos damos cuenta (aunque suelen ser muy largos) y desconectamos el robot limpiacristales de la corriente, éste dejará de succionar, y caerá.
- Lo mismo va a suceder si, por ejemplo, se produce un corte de corriente por el motivo que sea: sobrecarga, tormenta, etc.
- Si no calculamos el alto de un ventanal, éste es superior al del largo del cable, y no estamos allí para controlar el proceso, también podría llegar a desenchufarse y caer.
- Si un robot limpiacristales no detecta los bordes del cristal al llegar al tope de un ventanal (por error, pues están preparados para ello), también podría montarse en superficies elevadas y caer al vacío.
El riesgo de que se suelte y caiga un robot limpiacristales, por tanto, existe, aunque tenemos que saber que antes de salir al mercado, estos aparatos son sometidos a pruebas muy estrictas.
Qué pasaría si un robot limpiacristales se cae al vacío
En caso de soltarse y caer, un robot limpiacristales podría causar muchos destrozos, dependiendo de la altura, y sobre todo, de lo que hubiera debajo.
Hay que tener en cuenta que estamos hablando de un peso de 1 kilo en el caso de los más pequeños y compactos, y casi 2 kilos en el de los más grandes.
Por tanto, debemos evitar usar un robot limpiacristales en cualquier espacio por el que deambule la gente de forma habitual, por mucho que nos aseguremos de estar lo usando de la manera correcta.
Un peso así desde cierta altura sobre la cabeza de alguien, no hace falta decir que podría llegar a ser fatal.
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